"El Cacique" escultura de Carlos Schenone |
Navegando el Bermejo.
Cuando el Capitán Lavarello realizó la navegación del Bermejo a bordo del vapor "Centa"en 1855, encontró algunas tribus vilelas cerca del paraje "La Cangayé" (actualmente cerca de la confluencia de los ríos Teuco y Bermejo) y conoció a un aborigen principal llamado "Leoncito". Éste se incorporó a la expedición por sus conocimientos de las riberas del Bermejo y de las tribus que los habitaban. Además prestó inestimables servicios como médico de a bordo, pues salvó la vida del Contramaestre -herido en un ataque de los tobas- recurriendo a sus conocimientos de medicina aborigen. En 1863 Lavarello volvió a navegar el Bermejo y recurrió nuevamente a los servicios de Leoncito -quien ya era cacique- para enviar mensajes a Corrientes. De esta forma el jefe aborigen tomó contacto con las autoridades correntinas y también es muy probable que recorriera las márgenes del Paraná frente a Corrientes, donde años después se establecería con su tribu
Brigadier Pedro Ferré (1788-1867) Destacado militar y político correntino que mantuvo buenas relaciones con los caciques del Chaco. |
El tratado con Corrientes.
Hacia 1864 el Gobierno Nacional proyectó un camino a través del Chaco, el cual debía partir de un punto situado frente a Corrientes en la costa chaqueña y llegar hasta la ciudad de Santiago del Estero. Para lograr esto el Ministro del Interior del Presidente Mitre, Guillermo Rawson, pidió al Brigadier Pedro Ferré que celebrase un tratado con los caciques chaqueños a fin de obtener su colaboración en el trazado de ese camino. Ferre, quien tenía gran ascendiente entre los caciques chaqueños desde su época de Gobernador de la Provincia, no tuvo inconvenientes en atraer a varios caciques tobas y vilelas, entre los que se encontraba Leoncito. Con ellos celebró el 29 de Febrero de 1864 un tratado de paz, amistad y cooperación, por el cual el Gobierno Nacional se comprometía a fundar poblaciones en el Chaco a lo largo del camino proyectado, donde las tribus podían establecerse libremente, comerciar y cultivar la tierra con herramientas proporcionadas por las autoridades. Además se comprometía a respetar sus familias, evitando que fueran molestadas.
El traslado a las cercanías de San Fernando.
La exploración del camino se realizó y estuvo a cargo del Ingeniero Pankonín. Como guías de la misma figuraban los caciques Leoncito y Napognarí, este último de la etnia toba. El mismo Ferré envió al Ministerio del Interior una comunicación elogiando el comportamiento de los caciques, su fidelidad al compromiso contraído y su aporte a la feliz terminación de la expedición. Pero el Gobierno Nacional no llevó a cabo el proyecto de fundar pueblos en el Chaco como lo había prometido, entre otros motivos por que ya se anunciaba la guerra con el Paraguay que estalló al año siguiente e involucró al territorio del Chaco. No obstante, los caciques trasladaron sus familias a los terrenos cercanos al paraje San Fernando (actual Resistencia) en el mes de Julio de 1864 aproximadamente, y quedaron a la espera de que se cumplieran las promesas de las autoridades.
Custodio de San Buenaventura del Monte Alto.
La presencia de Leoncito y su tribu en esta zona permitió a los misioneros franciscanos del Convento de La Merced de Corrientes, fundar en Marzo de 1865 la Reducción de San Buenaventura del Monte Alto en la costa chaqueña frente a la capital correntina. Este jefe aborigen fue el principal sostén de la reducción cuando en abril de ese mismo año se produjo la invasión de Corrientes por parte de fuerzas paraguayas y dio comienzo a la Guerra de la Triple Alianza. Las fuerzas guaraníes de ocupación prohibieron a los misioneros trasladarse a la reducción, quedando la misma a cargo de Leoncito. Pasado este trance, la obra misional continuó con la valiosa colaboración de Leoncito y de su tribu, pero en medio de graves dificultades por la falta de apoyo oficial. A raíz del retiro definitivo de ayuda oficial por parte del Gobierno de Corrientes, los padres se retiraron de la Reducción en 1872. Leoncito quedó custodiando la capilla y el pequeño poblado levantado en San Buenaventura, y repetidas veces cruzó el Paraná hasta la capital correntina para gestionar la vuelta de los misioneros, pero sin lograr resultado alguno.
De colaborador a rebelde.
Armas chaquenses según L. J. Fontana |
En octubre de 1875 cuando arribó al paraje San Fernando la Comisión Exploradora encargada de delinear y mensurar la Colonia Resistencia, sus integrantes celebraron un convenio con Leoncito para que éste junto con su tribu, colaboraran en los trabajos de amojonamiento y trazado. Ese mismo año -cuatro meses antes- San Fernando soportó un duro ataque de diversas tribus coaligadas entre los días 10 y 12 de Junio. El cacique vilela quien aún se mantenía sujeto a las autoridades, colaboró con la defensa del poblado. Como estas luchas en torno a San Fernando llevaron a los miembros de la Comisión Exploradora a bautizar a la nueva colonia con el nombre de "Resistencia", no se ajusta a la verdad histórica asociar el ataque de Leoncito con el origen del nombre de nuestra ciudad, pues se trata de un hecho posterior. La actitud amistosa del cacique cambió bruscamente al año siguiente; influyó en ello el rumor que los obrajeros difundieron entre los aborígenes de que serían despojados de sus tierras y alistados en el ejército, o en el deseo de vengar el asesinato de uno de sus parientes a manos de las autoridades, según el informe de la Comisión Exploradora. El hecho es que en Diciembre de 1875 Leoncito se confabuló con el cacique toba Cambá, quien operaba en las costas del Bermejo, para emboscar a una embarcación que debía remontar ese río y cuyo capitán lo había contratado como guía.
Aunque la embarcación asaltada resultó ser otra, Leoncito huyó con los suyos al interior del Chaco y se dedicó a preparar junto con Cambá un ataque formal a la Colonia Resistencia recién creada, donde aún se encontraban los establecimientos obrajeros.
Ataque a la Colonia Resistencia.
La situación se tornó tan grave que el Gobernador del Chaco, Coronel Uriburu, envió proposiciones de paz a todos los caciques de la región. Sólo dos aceptaron, el resto -unos diez en total- desafiaron a las fuerzas nacionales. Uriburu debió salir entonces con todos sus efectivos a batir a las tribus rebeldes y desguarneció a la colonia. Esto fue aprovechado por Leoncito que realizó dos ataques en los meses de enero y febrero, los que fueron rechazados. Estos ataques debieron tener por finalidad probar a las defensas de San Fernando, porque el ataque principal de las huestes de Leoncito y Cambá se realizó el 25 de Abril. La defensa del poblado estaba a cargo del Coronel José María Ávalos, el Jefe Político Aurelio Díaz y el Mayor Pedro Quijano Jefe de la Guardia Nacional de Corrientes. Los guerreros indígenas de Leoncito y Cambá atacaron divididos en cinco columnas y portando sus respectivos estandartes, amenazando con arrasar tres de los establecimientos de San Fernando. Los defensores debieron atrincherarse detrás de las empalizadas y los guardias nacionales y la peonada armada de los obrajes debieron hacer prodigios de valor para contener a los aborígenes, quienes lograron penetrar parcialmente en uno de los fuertes y trabar combate cuerpo a cuerpo. Finalmente el ataque fue rechazado dejando en el campo numerosos muertos y heridos. Resistencia puso a prueba de este modo su voluntad de permanecer como baluarte del hombre blanco en esta parte del Chaco, y las tribus debieron replegarse al interior o someterse, modificando trágicamente sus medios de vida y perdiendo su libertad secular.
Sometimiento y fin de Leoncito.
Leoncito decidió por fin someterse a las autoridades y salvar a los últimos restos de su tribu del aniquilamiento. El día 25 de Julio de 1876 se presentó en compañía de 35 hombres de su etnia ante el Coronel Uriburu a pedir la paz. Este lo recibió gustoso de ver conjurado un peligro constante que se cernía sobre las poblaciones y obrajes del lugar. Para residencia de la tribu le asignó tierras en la desembocadura del Riacho Iné cuatro leguas al Noreste de Resistencia. Se desconoce la fecha exacta de la muerte de este célebre cacique, quien dio origen a muchas leyendas y encontradas opiniones. Según el Comandante Fontana, Leoncito murió en el transcurso de una riña con el cacique toba Cañá-Gachí, quien le habría asestado un fuerte golpe en la cabeza con un viejo fusil, hecho ocurrido entre los meses de octubre y noviembre de 1876. Lo sucedió su hijo del mismo nombre, quien pudo consolidar su autoridad luego de algunas incidencias que obligaron a las autoridades a intervenir para asegurar el orden. Fue un oscuro final para un digno hijo de esta tierra, tan ligado a los orígenes de Resistencia.
BIBLIOGRAFIA
FONTANA, Luis Jorge. El gran Chaco. Buenos Aires, Solar-Hachette, 1977.
RIOS ORTIZ, Roque. Indios de Leoncito atacan Resistencia. Santa Fe, Colmegna, 1971.
GERALDI, Seferino. Lo que me contaron mis abuelos o páginas históricas del Chaco. Resistencia, 1965.
ALTAMIRANO, Marcos. presencia vilela en los orígenes de Resistencia. En: Revista de la Junta de Historia del Chaco, Nro. 1, 1978.
ALTAMIRANO, Marcos. La colonización de Resistencia, Ed. del Autor, 2007
ALTAMIRANO, M., SANDOVAL, B. Y QUIROGA, O., Efemérides Nacionales y de la Provincia del Chaco. Resistencia, Yatay, 1988.
Aunque la embarcación asaltada resultó ser otra, Leoncito huyó con los suyos al interior del Chaco y se dedicó a preparar junto con Cambá un ataque formal a la Colonia Resistencia recién creada, donde aún se encontraban los establecimientos obrajeros.
Soldado del Ejercito de Línea. Campaña del Chaco |
La situación se tornó tan grave que el Gobernador del Chaco, Coronel Uriburu, envió proposiciones de paz a todos los caciques de la región. Sólo dos aceptaron, el resto -unos diez en total- desafiaron a las fuerzas nacionales. Uriburu debió salir entonces con todos sus efectivos a batir a las tribus rebeldes y desguarneció a la colonia. Esto fue aprovechado por Leoncito que realizó dos ataques en los meses de enero y febrero, los que fueron rechazados. Estos ataques debieron tener por finalidad probar a las defensas de San Fernando, porque el ataque principal de las huestes de Leoncito y Cambá se realizó el 25 de Abril. La defensa del poblado estaba a cargo del Coronel José María Ávalos, el Jefe Político Aurelio Díaz y el Mayor Pedro Quijano Jefe de la Guardia Nacional de Corrientes. Los guerreros indígenas de Leoncito y Cambá atacaron divididos en cinco columnas y portando sus respectivos estandartes, amenazando con arrasar tres de los establecimientos de San Fernando. Los defensores debieron atrincherarse detrás de las empalizadas y los guardias nacionales y la peonada armada de los obrajes debieron hacer prodigios de valor para contener a los aborígenes, quienes lograron penetrar parcialmente en uno de los fuertes y trabar combate cuerpo a cuerpo. Finalmente el ataque fue rechazado dejando en el campo numerosos muertos y heridos. Resistencia puso a prueba de este modo su voluntad de permanecer como baluarte del hombre blanco en esta parte del Chaco, y las tribus debieron replegarse al interior o someterse, modificando trágicamente sus medios de vida y perdiendo su libertad secular.
Coronel José María Ávalos. Veterano de la Gue- rra del Paraguay, obrajero y defensor de San Fernando. |
Leoncito decidió por fin someterse a las autoridades y salvar a los últimos restos de su tribu del aniquilamiento. El día 25 de Julio de 1876 se presentó en compañía de 35 hombres de su etnia ante el Coronel Uriburu a pedir la paz. Este lo recibió gustoso de ver conjurado un peligro constante que se cernía sobre las poblaciones y obrajes del lugar. Para residencia de la tribu le asignó tierras en la desembocadura del Riacho Iné cuatro leguas al Noreste de Resistencia. Se desconoce la fecha exacta de la muerte de este célebre cacique, quien dio origen a muchas leyendas y encontradas opiniones. Según el Comandante Fontana, Leoncito murió en el transcurso de una riña con el cacique toba Cañá-Gachí, quien le habría asestado un fuerte golpe en la cabeza con un viejo fusil, hecho ocurrido entre los meses de octubre y noviembre de 1876. Lo sucedió su hijo del mismo nombre, quien pudo consolidar su autoridad luego de algunas incidencias que obligaron a las autoridades a intervenir para asegurar el orden. Fue un oscuro final para un digno hijo de esta tierra, tan ligado a los orígenes de Resistencia.
Familia aborigen del Chaco. S. XIX |
FONTANA, Luis Jorge. El gran Chaco. Buenos Aires, Solar-Hachette, 1977.
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ALTAMIRANO, M., SANDOVAL, B. Y QUIROGA, O., Efemérides Nacionales y de la Provincia del Chaco. Resistencia, Yatay, 1988.