miércoles, 19 de octubre de 2016

Monseñor Nicolás de Carlo. Primer Obispo del Chaco.




Un hijo de Inmigrantes.
Monseñor Nicolás de Carlo había nacido en Las Marcas (Estados Pontificios de Italia) el 14 de Septiembre de 1882. A los pocos meses de su nacimiento su familia emigró a la Argentina y se radicó en la Provincia de Entre Ríos. Cursó los estudios primarios e inició los secundarios en Paraná, continuándolos en Santa Fe. Educado en el seno de una familia profundamente religiosa, se orientó muy pronto al sacerdocio realizando sus estudios eclesiásticos en el Seminario de Paraná y posteriormente en Santa Fe. Su ordenamiento como sacerdote se produjo en 1905.
Obispo Auxiliar y Administrador Apostólico del Chaco y Formosa.
Hacia 1934 el Obispo de Santa Fe constató durante una gira por Chaco y Formosa que estos territorios ya muy poblados, carecían de la debida asistencia espiritual. Por ese motivo solicitó a la Santa Sede la jerarquización eclesiástica de ambos Territorios Nacionales. Asimismo el Gobernador del Chaco José Castells hizo lo propio ante el Gobierno nacional. Como resultado de estas gestiones el Papa Pío XI nombró el 1ro. De Diciembre de 1936 a Monseñor de Carlo, Obispo Auxiliar de Santa Fe y Administrador Apostólico con jurisdicción en el Chaco y Formosa. Simultáneamente el Gobierno Nacional creaba la Vicaría Eclesiástica para dicha jurisdicción.
Una vez en su sede en Resistencia, Monseñor de Carlo desplegó una intensa labor apostólica. Creó en la capital y en el interior del Chaco nuevas parroquias; en Pcia. Roque Sáenz Peña, Quitilipi, Barranqueras, Villa Ángela, Las Palmas, Puerto Bermejo, Zapallar, Pcia. De la Plaza, J. J. Castelli, Charata y Gral. Pinedo. También atendió el aspecto social y cultural de su diócesis. Creó la Obra Social Católica que se manifestó en la instalación de talleres barriales, en la fundación de colegios y el aumento de las congregaciones.

Obispo del Chaco y Formosa
El Obispo de Santa Fe Monseñor Fasolino advirtió nuevamente la necesidad de otorgar una nueva categoría a la Administración Apostólica, en virtud de las necesidades que planteaba el crecimiento demográfico de los Territorio del Chaco y Formosa. Gracias a sus gestiones y a las de las autoridades gubernativas del Chaco, el Papa Pío XII emitió la Bula “Eclesiarum Omnium” el 3 de Junio de 1939 por la que se que se erigía a partir del 1ro. De Agosto del año siguiente el Obispado de Resistencia, con jurisdicción en Chaco y Formosa. Para ejercer este ministerio nombró Obispo Titular de Resistencia a Monseñor Nicolás de Carlo, haciendo plena justicia a su labor desplegada hasta ese momento. En mérito a su tarea apostólica, la Santa Sede lo designó en 1950, Asistente al Solio Pontificio y Conde Romano.

Intensa obra social, cultural y religiosa.
A los pocos meses de hacerse cargo de su diócesis, en 1936, fundó el periódico “Acción Chaqueña”, donde expuso sus ideas emanadas de la Doctrina Social de la Iglesia. Debido al abandono en que se encontraban los moradores de los barrios de Resistencia, instaló talleres donde se impartía enseñanza manual a personas de humilde condición. Se daban clases de dactilografía, costura, bordado, tejido, ñandutí, práctica comercial y otras manualidades. Esta acción fue extendida a las ciudades y pueblos del interior. Durante la semana estos locales eran utilizados como talleres de trabajo y salas de reuniones, y los domingos para la celebración del culto. A la muerte de Monseñor de Carlo, existían 29 centros de enseñanza manual y práctica en la capital y el interior del Chaco, y unos 5 en el Territorio de Formosa. También habilitó consultorios médicos, hogares para niños huérfanos, y alentó la creación de entidades benéficas y culturales.


Una merecida distinción.
En 1947 visitó el Chaco el Presidente de la Nación Juan D. perón con su Señora Esposa María Eva Duarte de Perón, con motivo de la Fiesta Nacional del Algodón. Perón quedó gratamente impresionado por la obra de Monseñor de Carlo, que coincidía plenamente con uno de los principales postulados que deseaba imponer a su gobierno, que era el de la justicia social y la atención a las necesidades de los más humildes. A los pocos meses, el 10 de Abril de 1948, se realizó en Buenos Aires una solemne ceremonia en la cual el Presidente otorgó al Obispo del Chaco y Formosa de un artístico pectoral como distinción por la labor cumplida en estos Territorios. Al acto asistieron: el Nuncio Apostólico, las más altas autoridades eclesiásticas del País y los Gobernadores del Chaco y Formosa. En esta oportunidad Perón manifestó en una parte de su discurso: “Chaco y Formosa deben a Monseñor de Carlo la afirmación de los principios cristianos y la acendrada fe católica de que se halla imbuida la población. Obra titánica en el portentoso crisol que son tanto Chaco como Formosa, donde una multitud cosmopolita lucha y trabaja debatiéndose entre graves problemas de orden moral, por hallarse adormecidas las inquietudes del espíritu en grado alarmante y peligroso para la sociedad en formación…”

Sus colaboradores.
El Obispo Monseñor de Carlo supo rodearse de excelentes colaboradores, con la ayuda de los cuales pudo llevar con pleno éxito su misión apostólica y la palabra de Cristo a vastos sectores. Entre ellos estaban: Monseñor José Alumni, eminente historiador y creador del Archivo Histórico de la Provincia, Padre Ricardo Zalazar, Secretario del Obispado, Capellán del Ejército y Profesor de Filosofía en la Facultad de Ciencias Económicas, Padre Armengol R. Moya, escritor autor de una biografía de Belgrano y editor de un periódico religioso. Además ocupó varios cargos en la Provincia, como Director del Aborigen, Subsecretario de Acción Social y Senador Nacional por el peronismo. Otro destacado colaborador fue Monseñor Prudencio Figueiras, quien fue Profesor en la Escuela Nacional de Comercio e iniciador de los estudios contables en Resistencia.
Monseñor Nicolás de Carlo falleció el 19 de Octubre de 1951, después de una intensa vida dedicada a cimentar la fe de toda su grey y a aliviar la necesidad de los más humildes, enseñándoles que no hay más dignidad que la que se consigue con el trabajo.