Auténtico caudillo indígena
El Cacique Rico, según interpretación del dibujante Cao para la Revista "Caras y Caretas" |
Uno de los más célebres y valientes jefes indígenas del Chaco que enfrentaron a las tropas nacionales durante la ocupación militar de este territorio, fue el Cacique Rico, también llamado “Salarnek-alou”, “Juanelrai”(tal vez deformación de la voz anterior) y “Cacique Inglés”. El Cacique Rico no se trataba de un simple jefe de tribu, sino de un “Cacique General”, o sea un auténtico caudillo indígena a quien obedecían veintidós caciques menores o “caciquillos”. Esto le permitía poner en pie de guerra a un contingente muy numeroso de guerreros armados de lanza, arco y flecha y fusiles “infeld” de chispa, que obtenía por comercio con los blancos, a quienes pagaba con bolsitas de hojas de “coro”, planta con propiedades alucinógenas que crecía en la zona de Campo del Cielo.
Soldado de Caballería de Línea durante la Cam- paña del Chaco. Según ilustración de Marenco |
Juanelrai era hijo del cacique toba Nailalarerí, tenía sus tolderías y base de operaciones en los campos de Napalpí, en el centro del Chaco y su fama se sustentaba no sólo en su valor personal, demostrado en numerosos combates con las tropas nacionales y con otras tribus, sino también en el poderoso ascendiente que ejercía sobre los otros caciques tobas y en los recursos de que disponía. Para aprovisionar a sus guerreros contaba con un nutrido arreo de ganado vacuno, ovino y caprino, además de suficientes caballos para movilizarse con rapidez de un punto a otro del Chaco. Su apodo de “Cacique Rico” se originó tal vez en esta abundancia de recursos o más probablemente en su apariencia personal. Según quienes lo vieron, iba siempre bien vestido, montado en un caballo blanco y en los combates blandía una lanza con pasadores de plata.
Cuando en 1870 el Coronel Napoleón Uriburu atravesó el Chaco desde Salta hasta San Fernando (actual Resistencia) en misión de exploración y reconocimiento al frente del Regimiento “Nueva Creación”, cruzó por los dominios del Cacique Rico y pudo parlamentar con él. Uriburu comprobó personalmente el carácter altivo del jefe toba y el poder que ejercía en una vasta zona del Chaco. Años después, en 1879, el Coronel Obligado encabezó otra expedición al interior del Chaco desde el Norte de Santa Fe, con el fin de brindar protección a las colonias y obrajes situados en las costas del Paraná. En esta ocasión pudo informarse por medio de un cacique amigo, que el Cacique Rico o Juanelrai en alianza con el también afamado Cacique “Cambá”, quien operaba cerca de las costas del Bermejo, se aprestaba a llevar un ataque general sobre las recién fundadas colonias “Resistencia” y “Ocampo”, además de arrasar con todos los obrajes de la zona. Las tribus guerreras del interior del Chaco consideraban que estas fundaciones eran una intromisión en sus dominios seculares y que a partir de ellas, si se consolidaban, su libertad y estilo de vida ancestral estaban seriamente comprometidos. Ya conocían muy bien los abusos que se cometían con ellos en los obrajes y comprendían que los planes colonizadores no incluían el respeto a sus costumbres y a sus hábitos de vida en los bosques de la región.
La Expedición del Coronel Bosch
Combate de Napalpí entre las huestes del Cacique Rico y las fuerzas del Coronel Bosch (5 de Mayo de 1883), según el historiador A.J.Carranza |
Las autoridades nacionales comprendieron entonces que el mencionado cacique constituía un verdadero problema para las colonias recientemente fundadas y podría significar un serio obstáculo para la ocupación militar del Chaco que ya se proyectaba. Por ello, la expedición militar del Coronel. Francisco Bosch en 1883 al interior del Chaco, desde la Colonia Resistencia , tuvo como principal misión atacar al Cacique Rico en sus propios dominios y someterlo de grado o por fuerza . Esta bien equipada expedición, contó con la participación del Comandante Jorge Luis Fontana y el historiador Angel Justiniano Carranza, redactor de la Memoria de la Expedición y Jefe de la Comisión Científica que la acompañaba.
Cacique Ischi durante la Campaña del Chaco |
En conocimiento de este avance de las tropas del Ejército Nacional hacia sus dominios, Juanelrai adelantó a dos de sus capitanejos: los caciques Teneri y Dialrochi, para que con una parte de sus fuerzas enfrentasen a sus enemigos y evaluasen su número y poder. Teneri fue derrotado en el Paraje Mala-Nahué el 20 de abril y Dialrochi atacó a las tropas nacionales en los campos de Asinaltay, cerca de la actual ciudad de Machagai. Esta acción, le costó la vida al Subteniente Luis Cardoso y a un soldado, a quienes se consideró las primeras víctimas de la ocupación militar del Chaco.
En conocimiento de estos hechos Juanelrai comenzó un repliegue hacia el Oeste, con el grueso de sus fuerzas y conduciendo un gran arreo de ganado vacuno, junto con numerosas ovejas y cabras. Al no contar ya con el factor sorpresa, el Coronel Bosch dividió sus tropas, y mientras una columna se adelantaba a marchas forzadas para cortarle la retirada, otra columna de hostigamiento lograba empujar a las fuerzas indígenas hacia el campo de “Napalpí” que era un extenso descampado o “abra”, donde las columnas del Ejército podían maniobrar con mayor facilidad y usar con eficacia los fusiles “Remington” de mayor alcance y precisión que la de los indígenas.
El Combate de Napalpí
El 5 de Mayo, al encontrarse frente a los soldados del Coronel Bosch, el bravo cacique aceptó el combate pese a la inferioridad de armamento de sus guerreros. Mandó apostar a sus hombres en una extensa línea de batalla junto a una ceja del monte, desde donde abrieron un nutrido fuego contra los soldados, acompañándose con atronadores gritos de guerra. Desafiando al fuego enemigo, Juanelrai recorría su línea de batalla montado en su brioso caballo plateado y haciendo molinetes con su enorme lanza, a la usanza indígena, arengaba a sus paisanos a mantener la lucha. En tres oportunidades el fuego de precisión de los soldados del Ejército, dispersaron e hicieron retroceder a las líneas indígenas, pero tres veces volvieron a reagruparse y proseguir el combate alentados por su caudillo. Finalmente, éste recibió un proyectil y evidentemente malherido, se lo pudo ver abrazarse al pescuezo de su caballo e internarse en la espesura del monte. Inmediatamente sus hombres abandonaron el campo de batalla y también buscaron el refugio del monte.
"El Cacique" escultura del artista chaqueño Carlos Schenone |
Cuando el Coronel Bosch se disponía a ordenar la persecución de los fugitivos, imprevistamente sus hombres se vieron frenados por la aparición de un gran arreo de ganado vacuno, seguido por numerosas cabras y ovejas, como respondiendo a una táctica indígena para cubrir su retirada. Aunque se pensó que Juanelrai había muerto como consecuencia de sus heridas, en realidad se dirigió con los restos de sus hombres hacia las costas del Bermejo para rehacerse y volver al centro del Chaco, el territorio que mejor conocía y donde podría restablecer su antiguo poderío. Se estima que para ese entonces el “Cacique Rico” era ya sexagenario y sus numerosos hijos –guerreros como el- lo acompañaban en todas sus correrías.
Trágico final de una etapa
Sargento de Caballería de Línea en la Campaña del Chaco. Ilustración de Marenco. |
En 1884 se inició la definitiva ocupación militar del Chaco, comandada por el Ministro de Guerra del Presidente Julio A. Roca, el Gral. Benjamín Victorica. Columnas expedicionarias fuertemente equipadas y con movimiento sincronizados comenzaron a converger hacia las costas del Bermejo medio desde las distintas fronteras. La época del dominio indígena sobre el Chaco llegaba a su fin, y con ella terminaba también el protagonismo de los principales caudillos aborígenes que encabezaron la resistencia de las tribus contra esa ocupación.
Juanelrai había vuelto a sus dominios en el centro del Chaco y había conseguido reagrupar una parte de sus fuerzas. Pero el Coronel Manuel Obligado que operaba desde el Norte de Santa Fe ordenó a un fuerte contingente del Regimiento 12 de Caballería que avanzase desde el Fortín Kocherek para batir a las tribus que se encontraban en esa zona del territorio chaqueño. El 7 de junio este cuerpo de ejército sorprendió al afamado cacique y a un grupo de sus guerreros cerca de sus propias tolderías. De inmediato se libró un violento combate, en el que los tobas, peleando con gran valor, mantuvieron a raya durante largo tiempo a las fuerzas nacionales pese a su corto número y a la inferioridad de sus armas. Finalmente Juanelrai cayó herido de muerte y con él cinco de sus hijos y treinta guerreros, más numerosos heridos. La caida del temible “Cacique Inglés” marcó el final de la lucha en esta parte del Chaco, pues el resto de los aborígenes abandonó sus tolderías y se refugió en la espesura de los montes.
Aborígenes wichis durante la Campaña del Chaco. |
Así cayó, haciendo honor al valor de su raza y defendiendo sus antiguos dominios, uno de los más valientes y temidos caudillos indígenas del Chaco Austral. Su desaparición, junto con la muerte del Cacique “Cambá”, “Yaloschi” y otros en ese mismo año, marcó la declinación del poderío indígena en nuestra región. Los levantamientos en los años subsiguientes, conducidos por jefes indígenas de menor importancia y ascendencia sobre sus guerreros, no alcanzaron la trascendencia que tuvo la acción bélica del “Cacique Rico” y la de los otros que operaron en las proximidades del Bermejo y en el Chaco Central (Actual Formosa) o en las cercanías de la Colonia Resistencia. La mayoría de ellos cayó en combate, como ocurrió con el “Cacique Rico” y con el Cacique “Cambá”, otros fueron ejecutados , como sucedió con el Cacique Yaloschi por orden del Coronel Fotheringham. y algunos se sometieron a las autoridades, como lo hizo el cacique vilela “Leoncito” en las cercanías de la Colonia Resistencia.
Excelente! por favor sigan publicando. Gracias
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