lunes, 4 de diciembre de 2017

MONSEÑOR JOSÉ ALUMNI Y LA HISTORIA DEL CHACO

Su labor pastoral
    Este fecundo investigador del pasado chaqueño y regional, además de impulsor de actividades religiosas y culturales de nuestro medio, nació en Cortona, Italia, el 17 de febrero de 1907. Sus padres emigraron a la Argentina y se radicaron en Entre  Ríos cuando aún era niño. Allí realizó sus estudios eclesiásticos y se ordenó sacerdote en 1931. Se inició como profesor de Lenguas Vivas en el propio Seminario y Capellán del Buen Pastor en la ciudad de Paraná.
    Su inclinación por los estudios históricos ya se manifestó al ser designado Secretario Canciller del primer Obispo del Chaco, Monseñor Nicolás de Carlo, cuando la Santa Sede resolvió crear la Diócesis en el entonces Territorio Nacional del Chaco. Como Vicario General de la Diócesis primero y Vicario Capitular desde 1951, acompañó a Nicolás de Carlo en su fecunda obra social y religiosa en el Chaco.

"El Chaco. Figuras y hechos de su pasado"
obra histórica de Mons. José Alumni.

    Además de su labor se desempeñó también en otras múltiples funciones que lo pusieron en estrecho contacto con la feligresía no sólo de Resistencia sino de todo el Chaco. Fue Cura interino de la Iglesia Catedral, Cura Párroco de la Iglesia San Javier, Capellán del Colegio Nuestra Señora de Itatí y Asesor de la Junta Diocesana de la Acción Católica. Por su fecunda labor pastoral fue designado por el Papa Pio XII, Prelado Doméstico en 1943 y Protonotario Apostólico seis años después.

Mons. José Alumni (1907-1963) Sacerdote
e Historiador chaqueño.

 Investigador y         arqueólogo.
    Durante su apostolado en el interior del Chaco y en el contacto con su gente, se despertó en él un profundo amor por esta tierra. Su gran conocimiento de la Historia y la convicción de su importancia para la formación de la conciencia regional, lo llevó a investigar las raíces del pasado chaqueño, en el silencio de los archivos y en el campo arqueológico. Se consagró a rastrear los restos materiales de las más antiguas poblaciones hispano-indígenas fundadas en lo que llamó el “Desierto Verde”. En 1946 encabezó, junto con el vecino de Sáenz Peña Alfredo Martinet una expedición a las cercanías del Río Bermejo, donde éste había descubierto unas ruinas que se suponían de origen hispánico. Allí comprobó por medio de sus investigaciones y de los trabajos arqueológicos que se trataba de la Reducción de “La Cangayé” fundada en 1780 por Francisco Gabino Arias para los aborígenes mocovíes . En ese yacimiento localizó y rescató los restos del Padre José Bernardo Sena, muerto de sed en el Impenetrable, cuando se dirigía a comunicar a las tribus la inminente fundación de la misma.
    También participó activamente en las investigaciones relativas a las Ruinas del Kilómetro 75, encontradas por Alfredo Martinet y ubicadas en el camino que une a Presidencia Roque Sáenz Peña con Fortín Lavalle. Con el hallazgo de utensilios, restos cerámicos y por el tipo de construcción observada durante la expedición arqueológica de 1954, más el estudio de la documentación existente en el Archivo General de la Nación, Alumni concluyó que se trataba de la desaparecida ciudad de Concepción del Bermejo, fundada por Alonso de Vera en 1585 y abandonada en 1632. Con el plano de las ruinas levantado por el Ingeniero Héctor Martinet (hijo del anterior) pudo Alumni reafirmar su convicción de que se trataba efectivamente de la desaparecida ciudad hispánica que numerosos investigadores habían buscado infructuosamente hasta ese momento.
     En 1958 dio a conocer esta importante noticia al público a través de artículos publicados en el Diario “El territorio” de Resistencia y “La Prensa” de Buenos Aires. Como resultado de sus investigaciones publicó numerosos artículos periodísticos y fue el primero en difundir la historia del Chaco a través de un extenso ciclo de audiciones radiales en la recordada emisora “L.T.5 Radio Chaco”.
 
Plano de las Ruinas del Km. 75
estudiadas por Mons. José Alumni
Su obra histórica
    Escribió varias obras donde volcó sus investigaciones sobre la historia chaqueña. Su primer trabajo fue “San Fernando del Río Negro”, publicado en la Revista “Estudios”en 1942.  En 1948 dio a conocer “Nuestra Señora de los Dolores y Santiago de La Cangayé”; dos años después publicó “San Fernando del Río Negro – De San Fernando a la Resistencia”, con el auspicio del Museo Municipal y conjuntamente con los historiadores Carlos López Piacentini y Seferino Geraldi. Después vino su obra de mayor alcance: “El Chaco, figuras y hechos de su pasado” que apareció en 1951. Allí resumió la mayor parte de sus estudios históricos que abarcaban desde los comienzos de la penetración hispánica en nuestra región hasta la organización del Territorio nacional del Chaco. En este libro Monseñor Alumni describió en forma pormenorizada las diversas expediciones españolas que intentaron colonizar al Chaco entre los siglos XVI y XVIII. Además exaltó el sacrificio de los padres misioneros que se adentraron en las espesas selvas chaqueña y afrontaron todo tipo de peligros para catequizar y evangelizar a los pueblos originarios de la región
    De parecido valor fue su libro “La ciudad de Resistencia. Apuntes Históricos” editado en 1958, y como el autor lo expresa en su Proemio, dedicado especialmente a los maestros y alumnos del Chaco.  Este libro es una síntesis de todas las expediciones militares que en el Siglo XIX penetraron en esta región para someter a las tribus guerreras y cimentar la colonización. Todas estas obras reflejan no sólo la enorme erudición de su autor, sino su deseo de llegar a un público de todos los niveles, con una prosa llana y sencilla, cargada de enseñanzas morales a través de la semblanza de todos aquellos que se adentraron en nuestra vasta geografía para colonizarla  e incorporarla a la vida nacional.

"Nuestra Señora de los Dolores y Santiago de
la Cangayé". Obra histórica de Monseñor José
Alumni.

Estudioso y docente ejemplar.
     Investigador minucioso y documentado, poseedor de una vasta cultura reflejada en la valiosa biblioteca que poseyó, parte de la cual se encuentra hoy en la Biblioteca Central “Leopoldo Herrera” de Resistencia. Por sus destacados méritos fue designado Miembro Correspondiente de la Junta de Estudios Históricos y Geográficos de la Provincia de Corrientes y también Miembro de la Junta de Historia Eclesiástica Argentina. Integró además el Instituto Popular de estudios Chaqueños y la Comisión Provincial de Monumentos y Lugares Históricos. Fue un celoso custodio de nuestro patrimonio documental, y por ese motivo dio vida y organizó al Archivo Histórico de la Provincia del Chaco, creado por Decreto 2318 del 31 de Octubre de 1954, el cual hoy lleva su nombre como justo homenaje a quien fuera su Director-Fundador.
    Además de su inquietud como investigador fue dueño de un elevado espíritu docente, pues sus conocimientos no los volcó sólo en sus libros, sino que pronunció numerosas conferencias, escribió artículos periodísticos y fue el primero –como ya señalamos- que inició la difusión radiofónica de la historia regional mediante un programa destinado al gran público.


Vasija hispano-indígena encontrada en las
Ruinas del Km. 75 y estudiada por Mons. Alumni

El mejor reconocimiento a su labor.
    Quizás el mayor homenaje a su obra proviene de estos conceptos del Obispo Monseñor de Carlo, vertidos en las “Palabras Liminares” para el libro “El Chaco Figuras y Hechos de su pasado”:
    “Mons. Alumni ha trabajado con espíritu crítico sobre la producción histórica referente al Chaco y ha investigado en los archivos, descubriendo una información documental e inédita, que entrega al lector para su conocimiento.” (…) “El conocimiento de nuestra tradición rechazará la utopía de querer comenzar la historia del Chaco en un cercano ayer, velando la verdadera fisonomía del Territorio y adulterando o encubriendo los hechos, que determinaron nuestro presente progresista.”(…) “Los estudiosos de nuestra historia encontrarán en estas páginas nuevas y seguras rutas para sus trabajos de investigación y todos hallaremos en esta relación histórica el conocimiento aleccionador del subsuelo cristiano y heroico de este Chaco, que es tan caro a nuestro corazón”.
     Elevados conceptos de esta personalidad ilustre de nuestra historia religiosa, que deben haber alegrado profundamente el corazón de Monseñor Alumni, pues lo consideraba su maestro y mentor en sus estudios históricos.
     La extraordinaria obra pastoral e histórica de Monseñor Alumni se vio interrumpida por una larga dolencia que lo alejó por muchos años de toda actividad, hasta su muerte el 17 de Agosto de 1963 en la ciudad de Buenos Aires.
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 (Trabajo publicado en la Antología 2016 de la Sociedad Argentina de Escritores - Filial Chaco)
   
    

viernes, 1 de diciembre de 2017

RECUPERACIÓN DE LA ISLA DEL CERRITO - CHACO

                                                                                       Ubicación geográfica.

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Museo Histórico de El Cerrito con testimonios de la Guerra
de la Triple Alianza
 La Isla del Cerrito es la más importante y más extensa del litoral chaqueño.  Esta ubicada en la desembocadura del Río Paraguay sobre el Río Paraná, y separada de la costa chaqueña por el Río Ancho o Atajo que se desprende del Río Paraguay y desemboca en el Paraná, después de un recorrido irregular que otorga a la isla su particular conformación. Su nombre deriva de una elevación de unos 18 a 20 metros sobre el nivel del río, producida por una afloración de roca arenisca ubicada en la parte Norte de la isla, perteneciente al Terciario Superior. Actualmente es una Reserva Provincial y asiento de un municipio que integra el Departamento Bermejo. Constituye un importante centro turístico donde se lleva a cabo anualmente en el mes de Septiembre el certamen de la Pesca del Dorado.




Posición estratégica de la Isla.
    

     Durante la Guerra de la Triple Alianza que enfrentó entre los años 1865 a 1870 a Argentina, Brasil y Uruguay coaligadas contra el Paraguay, la Isla del Cerrito representó un enclave estratégico antes, durante y después de ese sangriento conflicto. Su posición en la desembocadura del Río Paraguay permitió a los aliados controlar la navegación de ese río por la escuadra paraguaya. El Imperio del Brasil que poseía la escuadra más poderosa de la época la ocupó en el segundo año del conflicto e instaló allí un hospital y un arsenal de guerra.
   Al iniciarse el avance de las tropas aliadas sobre territorio paraguayo, en abril de 1866, una parte de las tropas brasileñas y uruguayas se instalaron en El Cerrito. Por su parte el Presidente paraguayo, Mariscal Francisco Solano López, mandó instalar un campamento militar en Itapirú, situado frente a El Cerrito. Desde allí ordenó un cañoneo sobre la isla ocasionando varias bajas en las filas aliadas.
   El avance del grueso del Ejército Aliado al mando del General Bartolomé Mitre obligó al Mariscal López a abandonar Itapirú con sus fuerzas y retirarse hacia el Norte a través del Chaco. Las fuerzas aliadas destacadas en El Cerrito fueron embarcadas y remontaron el Río Paraguay para participar en la sangrienta batalla de Curuzú el 6 de Septiembre de 1866 que fue favorable a los aliados.

Campamento Aliado durante la Guerra del Paraguay

Permanencia de la ocupación brasileña en El Cerrito.
    Concluida la guerra en 1870 el Imperio del Brasil se mantuvo en posesión de la Isla del Cerrito, pese a las reiteradas protestas del Gobierno Argentino que reclamó enérgicamente su devolución. El argumento esgrimido por la Cancillería Brasileña era que aún no estaba resuelta la cuestión de límites con el Paraguay y por lo tanto no estaba definida su situación jurisdiccional. El verdadero motivo era de orden estratégico-militar, pues en caso de un conflicto armado entre Argentina y Paraguay por la posesión del Chaco, las fuerzas imperiales estaban en situación de entorpecer cualquier avance de naves de guerra argentinas por el Río Paraguay.
   Finalmente el tratado de límites firmado entre Argentina y Paraguay el 3 de Febrero de 1876, estableció en el Río Pilcomayo la frontera entre ambas naciones, sometió al arbitraje del Presidente de los Estados Unidos la posesión de Villa Occidental y el territorio adyacente en el Chaco Boreal, y resolvió que la Isla del Atajo o Cerrito pertenecía al dominio de la República Argentina. Frente a una nueva reclamación del Gobierno Argentino, el Brasil procedió a desalojar la guarnición y desmantelar todas las fortificaciones que mantenía en el Cerrito, en el mes de Junio de 1876.

El Cerrito tierra arrasada.
    En cumplimiento de instrucciones del Gobierno Nacional, el Gobernador del Chaco Napoleón Uriburu, ordenó al Jefe Político del Chaco con asiento en la Colonia Resistencia  Aurelio Díaz que se trasladase a la Isla del Cerrito a fin de coordinar la desocupación y entrega de la Isla por parte de las fuerzas brasileñas acantonadas allí. El jefe de la guarnición brasileña desconoció la representación que investía el Jefe Político del Chaco y lo obligó a reembarcarse rumbo a Corrientes. En su corta permanencia en la isla Díaz fue testigo de las agresiones y abusos que las fuerzas de ocupación cometían contra la población civil y así lo comunicó al Gobernador del Chaco y éste al Ministerio del Interior.
   Ante nuevas reclamaciones del Gobierno Argentino, el Gobierno Imperial debió considerar que al aceptar Paraguay la jurisdicción argentina sobre El Cerrito mediante el Tratado de Límites, ya no tenía sentido ni servía a sus intereses la permanencia de sus tropas en la Isla. Así es como en Julio de 1876 el Comandante de la Escuadra Imperial brasileña comunicó al Capitán del Puerto de Corrientes que ya no ejercía jurisdicción alguna sobre ese punto.
   Cuando el Jefe Político del Chaco Aurelio Díaz al mando de un piquete de soldados argentinos volvió a la isla el 5 de Agosto para ocuparla efectivamente, se encontró ante un panorama desolador. La guarnición  brasileña en su retirada no se había limitado a desmantelar las instalaciones militares sino que numerosas viviendas de la población civil habían sido destruidas, y  el asta-bandera cortada para evitar que fuera enarbolada la bandera argentina. Esta actitud revela el disgusto con que las autoridades brasileñas tuvieron que asumir la obligación de restituir la Isla del Cerrito al dominio argentino, que por derechos históricos y geográficos le correspondía.


Fuerzas paraguayas atacan a la Isla del Cerrito en la Guerra
del Paraguay. Cuadro de autor anónimo existente en el Museo
Histórico Nacioanal. 

Acto oficial de toma de posesión.
    El Gobierno Argentino resolvió dar al acto de toma de posesión de la Isla del Cerrito toda la solemnidad e importancia que el hecho requería. El Comandante Luis Jorge Fontana Secretario de la Gobernación del Chaco, solicitó al gobierno el envío de una bandera argentina para ser enarbolada en El Cerrito. De este modo Fontana, cuya vinculación con El Cerrito sería muy estrecha en el campo de la ciencia, trajo la primera enseña nacional que se enarboló en la Isla del Cerrito.
    En cumplimiento de un decreto del Presidente Avellaneda el Gobernador Napoleón Uriburu convocó para el acto de toma de posesión oficial de la isla al Ministro Plenipotenciario en el Paraguay Dr. Manuel Derqui, al Gobernador de Corrientes José Luis Madariaga y a sus ministros, a funcionarios de la Gobernación del Chaco, a numerosas personalidades políticas de la vecina provincia, a empresarios radicados en el paraje San Fernando donde ya se había trazado la Colonia “Resistencia”, y a los pobladores de la isla que habían sufrido los atropellos de las fuerzas ocupantes.
     El 8 de Septiembre de 1876 se cumplió este acto trascendental en el marco de una numerosa concurrencia que había cruzado el Río Paraná desde Paso de la Patria en varias embarcaciones. En tal ocasión se labró un Acta que en su parte principal expresa:
    “A los ocho días del mes de septiembre de mil ochocientos setenta y seis, S.S. el Señor Gobernador de los Territorios del Chaco, Teniente Coronel Napoleón Uriburu, en cumplimiento del Decreto del ocho de Agosto ppdo., y acompañado por S.E. el Señor Ministro Argentino en la República del Paraguay, Dr. Manuel Derqui, S. E. el Señor Gobernador de la Pvcia. De Corrientes D. José Luis Madariaga, sus ministros y demás personas invitadas a este acto y que al final suscriben este acto, tomo posesión formal de la Isla del Cerrito.”
    Este documento fue rubricado por ciento once personalidades presentes en la ceremonia, entre los que figuran varios obrajeros del paraje San Fernando.

Isla  del Cerrito capital del Chaco.
   Después de este acto el Gobernador Uriburu viajó a Buenos Aires con la finalidad de renunciar a su cargo. Previamente dejó expresas instrucciones a su Secretario Luis Jorge Fontana, quien quedó a cargo de la Gobernación, de trasladar la sede de la misma a la Isla del Cerrito. Los motivos y ventajas de esta medida los expresó el propio Fontana en un informe al Ministerio del Interior: facilitar una rápida comunicación con el Gobierno Nacional, otorgar importancia a un lugar de valor estratégico y centralizar la atención y vigilancia de las poblaciones situadas en la costa chaqueña entre San Fernando y Villa Occidental, en el Chaco Paraguayo.
   Fontana pudo cumplir ese cometido recién el 1ro. de Noviembre, fecha en que trasladó el personal y el mobiliario de la Gobernación, desde Villa Occidental a la Isla del Cerrito, a bordo de los vapores “El Resguardo” e “Inca”. También transportó los elementos del Hospital Militar y un conjunto de muebles y útiles para la fundación de una escuela y los ornamentos para una capilla que pensaba erigir en el sitio. Estos últimos proyectos no los pudo realizar enteramente por el corto tiempo que permaneció la sede gubernativa en el lugar.
    Fue muy breve la permanencia de la Isla del Cerrito como capital de la Gobernación del Chaco, pues el nuevo Gobernador Coronel Pantaleón Gómez, designado en reemplazo de Uriburu, ordenó a Fontana que trasladase nuevamente la sede del gobierno territorial a Villa Occidental en Febrero de 1877.
Capilla histórica de la Isla del Cerrito. Óleo del autor.
    No obstante esto, en la isla permaneció por varios años una guarnición militar con una batería a cargo de una Comandancia y una pequeña capilla, además de una reducida población que se albergaba en unos sesenta ranchos, según el testimonio del propio Luis Jorge Fontana en su obra “El Gran Chaco” publicada en 1881. Cuando el Gobernador Pantaleón Gómez creó la Primera Compañía de Gendarmes del Chaco en 1877, un destacamento de esa fuerza tuvo su cuartel en El Cerrito, demostrando con ello que la isla seguía siendo considerada un punto estratégico para la defensa de nuestra frontera.
   De este modo la Isla del Cerrito cumplió un papel importante durante el conflicto con el Paraguay, fue una pieza clave de negociación en los tratados de límites internacionales de nuestro país, y es el único territorio argentino que volvió a nuestra soberanía después de soportar una prolongada ocupación por una potencia extranjera.

(Artículo publicado en la Antología de la Sociedad Argentina de Escritores – Filial Chaco, Año 2017)
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