Por: Marcos A. Altamirano
Conferencia inaugural del II Congreso de Historia del Chaco.
J. J. Castelli.
22/5/2018
Introducción.
La subregión de El
Impenetrable chaqueño, extensa superficie boscosa de unos 35 a 40 mil
kilómetros cuadrados, ha ganado en los últimos años un espacio importante en
los medios periodísticos nacionales e internacionales. Se ha destacado su
riqueza fitogeográfica y faunística, y su potencialidad como recurso turístico
a partir del Parque Nacional “El Impenetrable” en la zona del interfluvio de
los ríos Teuco y Bermejito. Esto es muy positivo y hay que destacarlo, pero
esta publicidad y este conocimiento del gran público sobre una región que había
permanecido casi al margen de las políticas públicas, tiene una falencia que
debo señalar porque nos atañe directamente como estudiosos de nuestra historia.
Mapa jesuítico del Siglo XVIII donde se ubica a la región del Chaco. |
Contrariamente a
lo arriba señalado, El Impenetrable fue durante siglos el teatro de
innumerables acontecimientos muy relevantes de los cuales han quedado testimonios
documentales y arqueológicos que permanentemente convoca a los historiadores a
su estudio e investigación.
El nombre
del Chaco.
Sabemos que nuestra región fue poblada por pueblos
originarios pertenecientes a diversos grupos raciales, hace miles de años.
Tanto desde la región andina como de la región amazónica y del sur pampeano,
confluyeron a la región chaqueña pueblos de distintos tipos raciales. Entre
ellos ocuparon nuestra región procedente del sur, los pámpidos o patagónidos,
de recia contextura física y con una economía de grandes cazadores y guerreros.
A esta corriente migratoria pertenecían los pueblos de la gran familia
lingüística y étnica Guaycurú, integrada por Tobas, Mocovíes, Abipones,
Pilagáes, Mbayaes y Payaguáes. Los representantes de este grupo linguístico son
nuestros hermanos qom y moqoit o mocobí que habitan el territorio provincial.
También penetraron al Chaco pueblos de origen amazónido, representados hoy el
pueblo wichí, en su gran mayoría habitante de El Impenetrable.
Esto explica la gran variedad de pueblos y
etnias que encontraron los conquistadores españoles cuando penetraron en la
región chaqueña desde las ciudades fundadas en la Provincia del Tucumán, desde
el Oeste, y desde la ciudad de Asunción desde el Este. Esta diversidad originó
la enorme cantidad de denominaciones aplicadas a los pueblos con los cuales
entraron en contacto.
Arcabucero español del Siglo XVI que integró la expediciones conquistadoras en América. |
La
primera ciudad chaqueña.
Representación de la entrada de Alonso de Vera al territorio chaqueño para fundar Concepción del Bermejo. |
No era la primera
vez que los conquistadores de Asunción del Paraguay se lanzaban a la
exploración y conquista del Chaco en busca de la Sierra de la Plata. Pero las
enormes dificultades que planteaba la empresa de llegar al territorio de los
Charcas en el Alto Perú, les hizo comprender que era necesario conquistar y
ocupar la región chaqueña para abrir un camino hacia las ciudades del Tucumán y
de allí facilitar el tránsito hacia el Perú de personas y mercaderías.
Retrato de Hernando Arias de Saavedra (Hernandarias), Primer Alcalde de Concepción del Bermejo. |
Pero la fundación
de esta ciudad originó un largo pleito por la posesión del territorio chaqueño
entre los conquistadores del Tucumán y del Paraguay. Mientras se resolvía el
litigio la Corona resolvió que provisoriamente permaneciese bajo la
jurisdicción de Asunción para asegurar su subsistencia. Esto le permitió a
Concepción progresar económicamente con la producción de maíz, algodón,
lienzos, cera y cáñamo, y con una población de 100 vecinos y más de 1.000
aborígenes encomendados en las encomiendas de Matará, Guácara, Matalá y
Hohomas. De estas encomiendas, Guácara había sido fundada en 1584 (cuya ruinas
se encuentran en Pampa Tolosa, cerca de Tres Isletas) por vecinos de la ciudad
de Esteco, y era uno de los fundamentos del reclamo de los conquistadores del
Tucumán.
Vasija hispano-indígena encontrada en las Ruinas del Km. 75 |
Excavación en las Ruinas del Km. 75 por la Facultad de Humanidades de la UNNE |
Otro factor se sumó al anterior para producir
su rápida caída: la publicación en 1612 de las célebres Ordenanzas de Alfaro
que prohibían el sistema de encomiendas y el servicio personal de los aborígenes.
Esto fue fatal para Concepción que dependía para su subsistencia y comercio,
del trabajo de sus encomiendas. No tardaron los aborígenes de la zona de
advertir esta debilidad y después de una serie de levantamientos, lograron
destruir en 1631 la encomienda de Matará, obligando a los vecinos de Concepción
a abandonar la ciudad en 1632 y a refugiarse en Corrientes.
La Paz de
La Cangayé.
Otras ciudades
fundadas por conquistadores de la Provincia del Túcumán en la frontera del
Chaco con esta provincia fueron Talavera de Esteco, fundada y trasladada dos
veces entre 1567 y 1592, y Santiago de Guadalcázar sobre el Alto Bermejo al
Norte de Jujuy en 1626. Ambas ciudades fronterizas con el Chaco sufrieron la
misma suerte que Concepción del Bermejo.
Aborígenes Abipones que en alianza con otras tribus produjeron el abandono de Concepción del Bermejo. |
Jerónimo Matorras, Gobernador del Tucumán que organizó la Expedición Pacificadora al interior del Chaco. |
Entre los
objetivos de esta empresa estaban: el sometimiento pacífico de las tribus, la
apertura de un camino a través del Chaco en dirección al Litoral, la fundación
de reducciones para la acción evangelizadora y llevar la tranquilidad a las
ciudades fronterizas. El encuentro de Matorras y Paykin se produjo el 20 de
Julio de 1744 en el paraje La Cangayé ( laguna traga-gente) lugar estratégico y
legendario situado en el centro del Gran Chaco Gualamba y punto de reunión de
numerosas tribus. A este lugar, que se encuentra en las proximidades del Río
Bermejito y cerca de la confluencia con el Teuco, lo tuvieron como objetivo
numerosas expediciones hispánicas, pero ninguna logró posesionarse del paraje.
Matorras
reconoció como “Perpetuo Cacique” de las tribus del Chaco al cacique Paykin con
el título de Primer Caporal del Chaco, entregándole además un bastón de mando
finamente labrado y con puño de oro como símbolo de su poder. En el tratado de
paz que se celebró el día 29 de Julio se reconocía el señorío de las naciones
aborígenes sobre los territorios que ocupaban, por haber sido de sus
antepasados y por ser su ámbito natural, fuentes de recursos alimenticios y de
abrigo. Se reconoció a los aborígenes su condición de seres libres, no sujetos
a esclavitud ni a encomienda, y el derecho a pedir la fundación de reduciones
en los lugares que elijan y de pedir curas doctrineros. A cambio se comprometían
a reconocer la soberanía del Monarca de España y a las autoridades españolas.
"La Paz Matorras-Paykin" cuadro del pintor salteño Tomás Cabrera (1775) |
Mapa del navegante Emilio Castro Boedo de 1872 donde señala la ubicación de la Laguna de las Perlas. |
La
Leyenda de la Laguna de las Perlas.
Desde el siglo XVI
se creía firmemente entre los conquistadores españoles en la existencia de una
misteriosa laguna en cuyo fondo crecía una ostra que producía finísimas perlas.
Esta laguna se encontraba situada al sur del Río Bermejo en un lugar no muy
preciso pero cerca de donde se fundó Concepción del Bermejo. Quien popularizó
esta leyenda fue el sacerdote Martín del Barco Centenera, quien a fines del
Siglo XVI escribió su famoso poema: “Argentina y la conquista del Río de la
Plata”, del cual tomó el nombre nuestro país. Esta leyenda fue ratificada por
historiadores posteriores, como Ruy Díaz de Guzmán y el jesuita Pedro Lozano,
aunque negada por otros cronistas como José Jolís y Martín Dobrizhoffer. De
todos modos tuvo amplia repercusión y su localización fue el objetivo de muchas
expediciones al Chaco, como la de Jerónimo Matorras que logró ubicarla y la de
Francisco Gabino Arias, que también la buscó por expresa orden del Rey Carlos
III. Recién en el siglo XIX el explorador y científico Luis Jorge Fontana logró
ubicar, estudiar y clasificar el molusco: “anadonta exótica” que producía
dichas perlas, aunque de escaso valor. Aun en algunos mapas del Siglo XIX, como
el de Emilio Castro Boedo, navegante del Bermejo de 1872, se encuentra señalada
la famosa laguna centro de tan secular leyenda, y todavía se señalaba como
referencia a esa legendaria laguna en los parte militares de las columnas
expedicionarias que participaron en la Expedición Victorica de 1884.
Misión Nueva Pompeya.
Misión Nueva Pompeya, fundada por los Padres Franciscanos en 1899, declarada Monumento Histórico Nacional. |
Y para concluir,
no podemos dejar de mencionar a otro hecho histórico muy importante ocurrido en
pleno Impenetrable muy cerca de J. J. Castelli, y que tuvo como protagonistas a
los misioneros franciscanos de “Propaganda Fide” del Colegio San Diego de Salta y los aborígenes
Wichí del Chaco Occidental. Estos misioneros, contando con la expresa
autorización del Presidente Julio A. Roca, entraron al interior del Chaco en
1899 y fundaron bajo la dirección del Padre Bernabé Tambolleo la Reducción de
Nueva Pompeya junto al antiguo cauce del Río Bermejo –hoy Río Bermejito- con
los wichis del Chaco occidental. Lograron cumplir una valiosa obra educativa y
social, sustrayendo a los aborígenes de la explotación que sufrían en los
ingenios azucareros de Salta y enseñándoles las tareas de cultivo y diversos
oficios, entre ellos la música. Su obra se extinguió en 1948 cuando murió el
último misionero que la dirigió, Padre Eliseo Ceschi y la Misión quedó
abandonada. El edificio de la Reducción se mantiene hoy como testimonio de aquella
obra y fue declarado Monumento histórico Nacional. La población que surgió en
el lugar constituye hoy un municipio del Departamento Gral. Guemes y cuenta con
un total de 2.259 habitantes urbanos y 4.194 en la zona rural. La obra
evangelizadora de los misioneros franciscanos fue continuada por una
congregación de los Hermanos Maristas que tienen allí su sede. Nueva Pompeya
está conectada con la cabecera departamental Juan José Castelli (a 185 kms.) mediante
la Ruta Provincial Nro. 9. y es una de las localidades más importantes de las
situadas en el interior del Impenetrable chaqueño.