Exploradores del Chaco con caciques aborígenes en el Siglo XIX |
A ese lugar llegó en ese mismo año el Coronel Napoleón Uriburu al frente de una expedición del Ejército Argentino, con el Regimiento "Nueva Creación", que había partido de Salta en misión exploratoria atravesando el interior del Chaco. Uriburu, que acampó con sus fuerzas justamente en el Paraje San Fernando, calculó en 1.500 el número de aborígenes que trabajaban en los obrajes madereros situados en las cercanías del mencionado paraje. Semejante concentración de aborígenes suponía un crecido número de obrajes y la presencia de numerosos peones criollos para el labrado, acarreo, carga y conducción de los animales de tiro, tareas para las cuales el aborigen no estaría aún muy familiarizado.
Hacía 1873 la población agrupada en el paraje San Fernando había adquirido ya cierta importancia, pues el Jefe de la Capitanía del Puerto de Corrientes Esteban Guastavino, dirigió una comunicación al Gobernador del Chaco dando cuenta que en la costa chaqueña frente a Corrientes existían más de veinte obrajes, donde trabajaban entre ochocientos a mil personas, de los cuales unos cuatrocientos se agrupaban en torno el paraje al que equivocadamente llamó "San Gerónimo". Agregaba que no existía allí ninguna autoridad que resguardara la autoridad y el orden, y que varios dueños de esos obrajes deseaban adquirir los terrenos que ocupaban y sufragar los gastos que originasen la creación de una autoridad y de su policía.
Soldados del Ejército de Línea a fines del Siglo XIX durante la Conquista del Chaco. |
Primer intento de organización.
Desde 1872 estos territorios que se extendían desde Bahía Negra en el Alto Paraguay por el Norte hasta el Arroyo del Rey en el Río Paraná por el Sur, estaban sujetos a la jurisdicción del Gobierno de los Territorios del Chaco, entidad creada por el Presidente Domingo F. Sarmiento, para resguardar los intereses argentinos sobre el Chaco, ante el litigio de límites con el Paraguay surgido luego de la terminación de la Guerra de la Triple Alianza. El asiento de las autoridades del territorio se encontraba en Villa Occidental, situada sobre la margen derecha del río Paraguay a unos 25 kilómetros al Norte de Asunción. Estaba al frente de la Gobernación del Chaco el General Julio de Vedia, veterano de la Guerra del Paraguay, quien de inmediato solicitó al Gobierno Nacional la creación de una autoridad en el paraje San Fernando ante el incremento de su población. El Gobierno contestó autorizando al Gobernador Vedia a nombrar un Juez de Paz y un Comisionado Municipal, si la población no alcanzaba a mil almas.
Esta medida no se concretó y la situación en la costa chaqueña continuó invariable. Es probable que esta imposibilidad por parte de las autoridades por ejercer jurisdicción sobre un punto situado a pocos kilómetros de Corrientes, se explique por la gran distancia que mediaba entre la capital y la Gobernación, y por la atención prioritaria que exigía en ese momento el pleito limítrofe con el Paraguay por la posesión del Chaco y de la Villa Occidental. En consecuencia, escapaba a las posibilidades y a los objetivos de las autoridades del territorio, el ordenamiento y control de los centros poblados que surgían como resultado de la iniciativa particular y con finalidad de explotación comercial.
Trazado de la Colonia "Resistencia" por la Comisión Exploradora Fóster-Seelstrang de 1875-76 |
El testimonio de la Comisión Exploradora.
Recién en 1874 el Gobierno Nacional comienza a fijar su atención en estos parajes, cuando el 6 de Octubre de ese año el Presidente Sarmiento promulga la Ley 686 por la cual se crea la Jefatura Política del Chaco, con jurisdicción limitada al Chaco Austral, y se ordena la fundación de cuatro colonias-cantones en la costa chaqueña, una de ellas situada frente a Corrientes, es decir en el mismo lugar donde se encontraba el paraje San Fernando, centro de actividad obrajera.
En su recorrida por la zona donde se encontraba el paraje San Fernando, los miembros de la Comisión Exploradora se encontraron con que en el lugar se hallaba instalado un grupo de obrajeros con su peonada, a quienes señalan con sus nombres en su informe elevado al Gobierno Nacional. Ellos eran: José María Ávalos, Félix Seitor, Antonio Brígnole, Ramón Vázquez, Carlos Corsi y otro de apellido Sicar o Sicard. De ellos se destacaban los establecimientos de Ávalos y Seitor, con plantaciones de árboles frutales y legumbres, siendo el principal el del primero, el cual contaba con diez habitaciones de material , galpones y taller de carpintería, todo cercado por una empalizada de palo a pique para la defensa contra los ataques de los aborígenes.
Tribu aborigen del interior del Chaco en el Siglo XIX |
Las causas de este nucleamiento que constituía un verdadero poblado en formación, según la Comisión eran: la necesidad de prestarse mutua protección contra los ataques aborígenes y el deseo natural del hombre de vivir en sociedad. A esto debemos agregar que la explotación forestal exigía disponer de una numerosa peonada, de animales de tiro y vehículos de carga, para lo cual se precisaba de una infraestructura básica a fin de atender sus necesidades. Otro factor adicional fue que en 1871 se desató en Corrientes y en pueblos cercanos la fiebre amarilla, que provocó solamente en la ciudad más de mil víctimas. Muchos vecinos eligieron entonces residir un tiempo en el paraje San Fernando, buscando un clima más saludable para escapar del flagelo.
La referida Comisión Exploradora dio cuenta en su informe que la relación entre los obrajeros y las tribus aborígenes de las cercanías, que en gran medida proporcionaba la mano de obra para el corte de madera en los montes del lugar, comenzó a deteriorarse por el abuso que aquellos cometían y por los engaños en el momento de abonarles su retribución. Esta se hacía la mayoría de las veces mediante la entrega de mercaderías de mala calidad o artículos ordinarios, con el agravante de la venta de bebidas alcohólicas adulteradas, que desataban o estimulaban el deseo de venganza. Las protestas eran reprimidas con violencia,
La "resistencia" de San Fernando.
Meses antes de llegar la Comisión Exploradora a la zona, la población de San Fernando debió atravesar una crítica situación que pondría a prueba su voluntad de resistir. En el mes de Abril de 1875 comenzaron a tenerse noticias sobre una coalición general de tribus del Chaco para llevar un ataque a San Fernando, solamente defendida por un piquete de 15 hombres de la Guardia Provincial de Corrientes. El Jefe Político Aurelio Díaz pidió autorización al Gobierno Nacional para organizar una fuerza armada de vecinos a fin de contener el ataque aborigen.
La tan temida invasión se produjo el 10 de junio, cuando una fuerza de unos mil aborígenes, armados con lanzas y armas de fuego, realizó un intenso ataque al sur de los obrajes cercanos a San Fernando. Los 15 hombres de la guarnición en unión con los obrajeros y sus peones pudieron hacerle frente y rechazarla luego de un intenso combate de una hora, provocándole muertos y heridos. Pero ante el peligro de ser copados en caso de repetirse el ataque, debieron replegarse en dirección al fuerte del Coronel Ávalos a la espera de refuerzos. Esa misma noche salió de Corrientes el vapor "Teresa"con treinta hombres más, con municiones y pertrechos.
Este ataque no fue más que el preludio de otros más violentos que ocurrieron los días 11 y 12 del mismo mes. Las fuerzas defensoras al mando del Comandante Vera y del Mayor Quijano de la Guardia Provincial de Corrientes, sumaban junto a los peones de los obrajes, unos cien hombres. El Cacique de los vilelas Leoncito, que había estado reducido con su tribu en San Buenaventura del Monte Alto por los padres franciscanos de Corrientes, prestó colaboración a la defensa en esta oportunidad. Un capataz de Félix Seitor y dos peones murieron en estos ataques, y otro defensor Manuel Andino fue herido. Un cacique atacante fue muerto por el Mayor Quijano, pero la versión aceptada después de que Leoncito resultó muerto en un duelo singular con el Coronel Ávalos, no pasa de ser una leyenda.
Acarreando maderas en un obraje del Chaco. Óleo de Alfredo Pértile |
Estas jornadas, que tuvieron resonancia nacional consagraron a San Fernando como población capaz de permanecer frente a la amenaza aborigen y probaron la eficacia de la ayuda militar proveniente de Corrientes. El nombre de "Resistencia" con el cual se bautizó a la Colonia fundada en el mismo lugar, se originó en estos días. A mediados de octubre de ese año 1875 llegó al lugar la Comisión Exploradora de los Ingenieros Fóster y Seelstrang designada por el Presidente Avellaneda para fundar las cuatro colonias-cantones dispuesta por la Ley 686.
Los miembros de la Comisión Exploradora debieron escuchar de labios de los propios defensores el relato de esas jornadas dramáticas. Esto y las defensas levantadas por los obrajeros, junto con las comodidades que pudieron apreciar en las quintas de Ávalos y Seitor, y que destacan en su informe, más la facilidad de comunicaciones por vía fluvial, los decidió a elegir el lugar para el trazado de la Colonia. Cuando explican la razón de bautizar con el nombre de "Resistencia" a esta última, expresan textualmente:
"...en vista de los datos adquiridos elegirlo [al paraje San Fernando] para establecer en él la primera Colonia en el Territorio Nacional del Chaco, la cual se denominó 'Resistencia' por el hecho de haber resistido durante bastante tiempo un corto número de hombres sin protección de ningún gobierno, las continuas amenazas de los aborígenes."
Algunos autores que trataron este tema, por desconocer los ataques del 10 a 12 de junio de 1875, ampliamente cubiertos por el diario "La Prensa" de Buenos Aires, y por existir una documentación que ya menciona este nombre dado a la colonia en diciembre de ese año, consideraron que esa denominación tuvo un carácter simbólico y que no aludía a los ataques hasta ese momento conocidos a Resistencia, de los meses de Febrero y Abril de 1876. Por lo expuesto, considero que la Comisión Exploradora tuvo muy en cuenta aquellas jornadas muy difíciles que pusieron a prueba la capacidad de resistir de los pobladores de San Fernando.
En los meses de Enero y Febrero de 1876, el Cacique Leoncito de los vilelas se sublevó contra las autoridades y llevó dos ataques contra los obrajes de San Fernando, en lo que pareció un modo de conocer y poner a prueba a las defensas del paraje, preludiando otros ataques más importantes. Los ataques fueron rechazados por los pobladores de la Guardia Provincial de Corrientes al mando del Mayor Pedro Quijano. Algunos caciques tobas, como Mariano y Pedro Largo, se sometieron y asentaron sus tolderías en las cercanías de San Fernando. Otros, unos diez en total, desafiaron al Gobernador Uriburu quien marchó con sus tropas a someterlos en dirección a las nacientes del Río Guaycurú en las cercanías del Bermejo medio, dejando sólo 14 hombres en la guarnición de San Fernando.
Familia inmigrante llegada a Resistencia a partir de 1878. |
Estos fueron los últimos ataques que sufrieron los obrajes de San Fernando y la naciente Colonia Resistencia, aunque el peligro de las invasiones no desapareció del todo pues subsistían las causas que les daban origen. Otros ataques de menor importancia sufrieron años después los colonos que se encontraban más alejados. De este modo la Colonia "Resistencia" logró permanecer y hacer honor al nombre que había recibido. Su consolidación permitió que menos de dos años después se recibieran a las 36 primeras familias de inmigrantes italianos, iniciando así la colonización agrícola del Chaco.
Bibliografía.
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